La historia de esta imagen de la Virgen de Fátima es muy curiosa, perteneció a unos familiares tres generaciones más atrás de mis hijos. En la casa de mis suegros durante la primera mitad del siglo XX hubo una escuela particular propiedad de Casimira y Albina, era costumbre que cada semana, un día se llevara la virgen a su casa un niño, devolviendola al día siguiente.
Por lo que en el mes de Mayo los niños y niñas de la familia y amigos, vuelven a llevar a la virgen en procesión por nuestro huerto.
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