viernes, 9 de marzo de 2007
En los lebrillos se puede leer el nombre de tres mujeres, hermanas. Ellas tuvieron una tienda de ultramarinos en Huelma , que estuvo abierta desde 1933_1966, hoy una de ellas aún conserva parte de ella en una trastienda.
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4 comentarios:
Huelma se merece un museo etnográfico que guarde la memoria de los tiempos pasados (recientes) que ya sólo estan en las personas de cierta edad y que perderemos definitivamente cuando falten.
Un montón de recuerdos me trae esta foto a pesar de no acordarme de esa tienda. Pero esos botes del colacao que luego eran destinados a contener otros alimentos o los útiles de costura, ese molinillo de café como el de la cas de mi abuela en la calle Cabezas, esa balanza (que conservo yo) también de mi abuela, esos lebrillos que recuerdan a las cazuelas de barro granaino que todos hemos usado en las casas de nuestros padres y que muchos fueron cambiados por platos de duralex, .....
Nadie puede enfrentarse a su futuro sin conocer de donde viene.
Angel se está encargando de mostrarnos fotos de oficios ya perdidos, de lugares que ya no cumplen la misión para la que fueron hechos, pero que guardan una memoria de tiempos que sin ser demasiado lejanos ya nos son completamente desconocidos.
¿Cuántos recuerdan el olor del trigo al segarse? ¿Cuántos han comido panales enteros de miel cuando el "castraor" los sacaba de la colmena? ¿Cuántos han ido desmigando el bacalao, ahora que se acerca la Semana Santa" por fuera del papel de estraza que lo envolvía en la tienda? ¿Cuántos han probando los garbanzos tostados vendidos en una cesta por la calle?
¿Cuántos aún tienen la suerte de poder comerse "una chicharra" del cerdo recien matado en la matanza casera?
Todos eso ha dejado de ser una realidad para los jóvenes, conservemos al menos la memoria de los oficios y tradiciones de los que nos han precedido y aún están vivos.
Por ahora nos conformaremos con las fotografías de Ángel.
Me acuerdo de la tienda, habia que subir unas escaleras.Mi madre nos mandaba a comprar chocolate "Virgen de la Cabeza", que por cierto estaba malisimo!.Quien sigue viva ?, Teresa o Elisa?.
Un saludo Miguel y MªCristina, la que me ha permitido tomar las imágenes es Elisa, y parece mentira que despues de cuarenta años esté todo el ajuar de la tienda intacto, gracias a ella.
Angel.
¡Ay, esas latas de Colacao! Cuántas había en mi casa, :) Y ollas como ésa que se ve en la imagen. Todo me resulta tan familiar.... Un saludo.
Gracias por tu visita a mi blog y por tu comentario.
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