Un oficio tradicional que ha servido para desinfectar y embellecer nuestras casas durante siglos. En Huelma se mantiene esta costumbre, la familia "Ruiz" (tres primeras fotografías) se han dedicado a él desde hace cuatro generaciones, hace algunos años que la familia "Cara" también lo desempeña.
Cuando llega la primavera es muy común verlos trabajar en las calles de Huelma, con sus grandes escaleras, largas varas y brochas artesanales hechas con pelo de cola de vaca.
Como curiosidad, cuando el blanqueador dejaba algún restregón en la pared sin dar con la cal, a esto nuestras madres lo llaman "dejar santos".
Como curiosidad, cuando el blanqueador dejaba algún restregón en la pared sin dar con la cal, a esto nuestras madres lo llaman "dejar santos".
1 comentario:
La verdad es que estas viejas costumbres de blanquear las casas ya se va perdiendo, ahora se cubren las fachadas con otros materiales para no tener que pintarlas.....
Publicar un comentario