LA HORNACINA DEL ECCE HOMO:
Situada en la Plaza del Mesón, actualmente se encuentra en una ventana de las cámaras de una de las casas de esta plaza.
Se trata de una imagen pintada del Ecce Homo (ese hombre). En ella se representa a Jesús atado y con una caña en las manos, que representa el cetro que sus torturadores le dan a modo de burla, cubierto con un manto regio y corona de espinas. Este nombre proviene de las palabras que pronunció Poncio Pilatos cuando presentó a Jesús ante la muchedumbre poco antes de destinarlo a la cruz.
En la ubicación antigua de esta imagen hasta los años cuarenta, estaba situada con antelación a esta fecha en la planta baja más o menos a la altura que ocupa la ventana del Bar León, ya que estas dos casas eran la misma donde se encontraba el antiguo mesón.
En un principio estuvo iluminado por una lámpara de aceite, y al electrificar las calles del pueblo la corriente que la abastecía era del alumbrado público.
Al hacer reformas en esta casa, la lámina fue trasladada a la parte superior de ella en su ubicación actual, pasando la luz de su iluminación a manos de los propietarios de la vivienda, si bien hay vecinos que como tradicionalmente se hacía con el aceite para la lámpara, hacen donativos para costear el gasto eléctrico.
EL CRISTO DEL REFUGIO:
Lugar de culto desde muy antiguo, relacionado con las leyendas del acogimiento en sagrado.Situado en la fachada este de la iglesia parroquial y orientado a la salida del sol, coincidiendo en la misma orientación que la capilla mayor.
Tenía un altar con unos escalones para acceder a él realizados en obra de yeso y piedra, que fue destruido en la Guerra Civil.
En los tristes sucesos ocurridos en la Guerra Civil, en los que nuestra iglesia sufrió tan graves atentados provocando la perdida de gran parte de su patrimonio, esta imagen no se iba a perder gracias a María Josefa Raya, vecina de esta calle. María intercedió ante la muchedumbre que se disponía a quemar el crucifijo diciendo ...-dámela a mi que yo la quemaré en la lumbre de mi casa...-, haciéndose cargo de ella se la llevó a su casa y la envolvió en una manta, guardándola en la cámara.
Una vez pasada la guerra María la entregó para que se devolviera a su lugar habitual.
En 1990 José Raya vuelve a Huelma desde la emigración de Cataluña, y al ver el deterioro en el que estaba el crucifijo, encargó al maestro carpintero Juan "Botija" unas maderas de las mismas dimensiones, y él y su primo Ricardo fabricaron una nueva, siendo la imagen del cristo pintada de nuevo por el maestro pintor Pedro Ortega "El Mono".
Este crucifijo estaba situado en el recorrido que hacen todas las cofradías en Semana Santa, ante él todas hacía una parada obligada, antes de entrar a la iglesia por la portada norte, a realizar estación de penitencia, antes de seguir el camino.
Imagen muy querida que goza de gran devoción ya que nunca la falta una luz.
LA HORNACINA DEL CRISTO DEL PERDÓN:
Data de los años sesenta cuando se construye esta casa en la C/ Empedrada, antigua La Que Baja del Chopo, que se encuentra unos metros mas arriba.
En ella existía una imágen de este cristo con adornos florales y con su punto de luz contínuo.
Actualmente está en lamentable estado ya que ha sufrido varios actos vandálicos que la han dejado como se puede ver en la fotografía
Estaba situada en la casa desaparecida del número 51 de la C/ Ramón y Cajal o antigua Larga, casa que se derribó para el ensanchamiento de la C/ Alcaraz.
Estaba situada en una ventana de las cámaras en la parte alta de la casa, y tenía una cruz de madera. Me relata Lucrecia (descendiente de los dueños de la casa), que cuando su abuelo compró esta vivienda a mediados del siglo XIX, la cruz de madera ya estaba en la hornacina de la cámara. La cruz de un tamaño aproximado de 50x25 cm.
También recuerda Lucrecia que estaba adornada con unos paños de tela blancos como colgaduras, y se le colgaba otro crucifijo pequeño de marfil. En mayo el día 3 se celebraba el día de la Santa Cruz, los vecinos acudían con flores y se rezaba en compañía de ellos.
Existen alededor de estas manifestaciones religiosas, una serie de leyendas que hablaban de la aparición de duendes o espectros en estas casas, de ahí el porque de estas hornacinas. Un vecino el mayor de esta casa recuerda haber oído, contar a su madre que "una vez bajó las escaleras de esta casa una gallina con todos sus pollitos y salieron por la puerta a la calle", sin que en las cámaras existiera ningún gallinero.
Curiosamente en esta calle existen varias portadas en piedra de cantería en las que lucen cruces Latina o Patada (a la que corresponde la fotografía), también es motivo decorativo de bonitas rejas en su coronación. Si bien podemos pensar que estas cruces quizás solo querían hacer ver a sus vecinos la condición religiosa de sus moradores, teniendo en cuenta que a Huelma vinieron como repoblados muchos cristianos nuevos.
Angel del Moral Gómez
Febrero 2013
Angel del Moral Gómez
Febrero 2013
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