Este reloj de finales del siglo XIX debió de ser de gran utilidad para los vecinos de Huelma.
Situado en la torre de la iglesia, en el segundo cuerpo. Ocupa un vano en su fachada sur rodeado por una moldura con acodo, flanqueando el vano aparecen tres ménsulas que sostienen un frontón partido, coronado por dos pebeteros y un escudo heráldico del obispo y cardenal D. Baltasar de Moscoso y Sandoval fue el obispo de Jaén desde 1619 hasta 1646 realizando en este periodo importantes obras en la catedral, ocupando posteriormente el obispado de Toledo hasta 1665, estando enterrado en la Catedral de Toledo en la Capilla del Descendimiento.
La maquinaria que aparece en las fotografías se conserva en el bajo de la torre y es obra del relojero leones afincado en Madrid D. Antonio Canseco y Escudero. Sus relojes alcanzaron gran fama como los emplazados en la Catedral de Madrid, el Palacio de Oriente, el Escorial o el Hospital Militar Gómez Ulla. Muy famoso fue el "Reloj de los Chinos", nombrado por el escritor Pérez Gáldos. En la provincia de Jáen instaló tres.
Por iniciativa de los capuchinos llegó a desplazarse a la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalen par instalar allí un reloj.
Si bien Canseco no fue nunca constructor de relojes, importaba las maquinarias de Mobier en Francia y las adaptaba a las características del lugar donde iban a ser instalados.
Dos de las últimas personas encargadas de darle cuerda a este reloj a lo largo de las décadas de los años cincuenta y sesenta fueron: Guillermo "El Solchantre" y Juan de Dios Donoso "El Sacristán".
Dos de las últimas personas encargadas de darle cuerda a este reloj a lo largo de las décadas de los años cincuenta y sesenta fueron: Guillermo "El Solchantre" y Juan de Dios Donoso "El Sacristán".
Esta maquinaria dejó su lugar en las obras de adecuación de tejados y cubiertas que tuvo lugar en 1980, quedando como en la actualidad lo podemos ver, solo la esfera exterior y las agujas.
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