Otra muestra de nuestro rico Patrimonio Cultural Inmaterial. Es una tarea doméstica que aún se conserva y practica en Huelma en pleno siglo XXI, este trabajo es la culminación de una serie de ellos que comienza en primavera con la plantación de la hortaliza y termina a finales de agosto o principios de septiembre con la recogida del tomate.
El proceso consiste en pelar los tomates y trocearlos, llenando después los tarros de cristal añadiéndoles un poco de su propio jugo, cerrar el bote y sumergirlo en agua hirviendo al baño maría alrededor de quince minutos, una vez pasado este tiempo sacarlos de la caldera y dejar enfriar. Así se tenía conserva de tomate para entre otras comidas nuestras pipirranas etc, todo el año.
Gracias a Carmela Galiano y Antonio Quesada por dejarme entrar a su casa a fotografiarlo para poderlo compartir, ya que ellos lo hacen a la manera tradiconal.
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