El Patrimonio Cultural Inmaterial de Huelma es muy extenso, abarca tradiciones y expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes, como son: rituales, artes del espectáculo, usos sociales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativas a la naturaleza y el universo, saberes y técnicas vinculados a la artesanía popular y tradiciones orales.
Dentro del apartado de "Rituales y Actos Festivo", podemos ver que son costumbres que estructuran la vida de la comunidad y grupos, siendo compartidos y estimados por muchos de sus miembros. Contribuyen a señalar los cambios de estación, las épocas de faenas agrarias y las etapas de la vida humana.
Los rituales y fiestas suelen celebrarse en momentos y lugares especiales, y recuerdan a la comunidad aspectos de su visión del mundo y su historia. Algunos de ellos forman parte de la vida pública, y la participación en ellos está abierta a todos los miembros de la sociedad.
En otros casos el acceso a estos rituales puede estar circunscrito a determinados miembros de la comunidad como son los ritos de iniciación o funerarios.
Ritos de culto y transición, ceremonias con motivo de nacimientos, bodas y funerales, juramentos de lealtad, juegos y deportes tradicionales, ceremonias estacionales, usos reservados a hombres y mujeres, prácticas de caza, pesca y recolección. Estas abarcan gestos y palabras particulares, recitaciones, cantos y danzas, vestimenta, procesiones, sacrificios especiales, como los llamados en Huelma "remates de la aceituna o fin de obra".
Pues bien relacionados con nuestra Patrona la Virgen de la Fuensanta, y su traslado desde su santuario hasta Huelma, existen algunos rituales muy curiosos que denotan la gran devoción que se le tiene. El primer sábado del mes de mayo, la Virgen de la Fuensanta "entra en Huelma entre dos luces" por el Collado de los Yesos, acompañada de muchos huelmenses que se "visten con sus mejores galas para la ocasión".
Esa noche la cena por excelencia es "salchichón casero, del que siempre se han guardado las mejores tripas y escabeche de espárragos" por ser un producto silvestre de temporada.
El domingo durante la solemne procesión, que realiza el recorrido tradicional, pasando por donde estaban todos los centros religiosos del pueblo, los vecinos "abren las puertas y ventanas de sus casas, como ofrenda a la Patrona" y "encendiendo luces a su paso". También otro ritual muy importante es la "presentación de los recién nacidos". Son algunos de los ejemplos del rico Patrimonio Cultural Inmaterial de Huelma, el cual para mantenerse vivo debe de ser pertinente, recrearlo continuamente y transmitirse de una generación a la siguiente, esto supone transferir conocimientos, técnicas y significados.
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